Los aztecas decidieron fundar su ciudad, la gran Tenochtitlan, basados en un eclipse solar ocurrido en 1325, al que consideraron como una señal de sus dioses, reveló hoy el arqueólogo mexicano Eduardo Matos.
El especialista, que presentó este miércoles su libro "Tenochtitlan", editado por el Fondo de Cultura Económica (2006), dijo que para el mundo prehispánico los eclipses "tenían una connotación de lucha entre los poderes solares y los nocturnos".
Matos agregó que al ver el eclipse los sacerdotes aztecas decidieron acomodar la fecha de fundación de la ciudad, ya que para ellos este fenómeno "representaba una señal de sus dioses".
Los aztecas formaban parte de siete tribus que partieron de Aztlan, en el norte de México, y fueron los últimos en llegar al Valle de México, donde fundaron la Gran Tenochtitlan en un islote rodeado por una laguna.
Matos explicó que esta lucha entre los astros se refleja en el mito azteca del dios del sol Huitzilopochtli y la diosa de la luna Coyolxauhqui, del que sale triunfante la deidad solar.
El arqueólogo dijo que su libro también aborda los diferentes aspectos de Tenochtitlan, las habitaciones de los dioses, de los hombres y sus principales edificios.
El volumen editado por el Fondo de Cultura Económica en colaboración con el Colegio de México es el primero de una serie de libros sobre antiguas ciudades de América.
Las ciudades que formarán parte de este proyecto son Teotihuacan (Estado de México), Paquimé (Chihuahua) y el Tajín (Veracruz).
El especialista ha escrito entre otros libros "La muerte al filo de la obsidiana" y "Vida y muerte en el templo mayor".
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