viernes, enero 19, 2007

Descubren la tumba de La Gioconda


Destacan expertos italianos que con el hallazgo se elimina la hipótesis de que la Gioconda nunca existió y que en realidad la famosa pintura, expuesta en el museo del Louvre de París, es un autorretrato de Da Vinci

La Mona Lisa, cuyo retrato realizado por Leonardo Da Vinci es una de las obras de arte más famosas de todos los tiempos, fue sepultada en 1542 y su tumba se encuentra en el centro de Florencia, confirmaron hoy expertos italianos.


La existencia histórica de la modelo de Da Vinci fue confirmada por una investigación del experto Guiseppe Pallanti, que encontró su "registro de muertos" en lo que fue el convento de Santa Orsola, actualmente un edificio en ruinas en el centro de Florencia.


El hallazgo elimina la hipótesis de que la Gioconda nunca existió y que en realidad la famosa pintura, expuesta en el museo del Louvre de París, es un autorretrato de Da Vinci.


La Gioconda, cuyo verdadero nombre era Lisa Gherardini, fue esposa del mercader florentino Francesco Del Giocondo y murió el 15 de julio de 1542, a los 63 años de edad, indicó el experto.


Al presentar los resultados de su investigación, Pallanti aseguró que los archivos florentinos que descubrió incluyen que la Mona Lisa vivió en una casa ubicada enfrente a la vivienda del célebre artista del Renacimiento, en la vía Ghibellina de Florencia.


La Mona Lisa nació en Florencia el 15 de junio de 1479 y en 1495 se casó con Del Giocondo, un año después de que el rico comerciante quedó viudo de su primera esposa, Camilla Rucellai.


Según Pallani, Del Giocondo (1465-1538) era probablemente el mayor importador y vendedor de seda de la ciudad en la época y mantenía negocios con Lorenzo De Medici, conocido como "El Magnifico" , señor de la Florencia del siglo XV.


Además, usaba el banco en Roma de la familia Medici y mantenía contactos con el notario Piero Da Vinci, padre de Leonardo.


Precisó que la Mona Lisa pasó los últimos años de su vida en el monasterio de Santa Orsola, asistida por su hija menor Lucía, quien era monja.


Según documentos de la época citados por el experto, en su funeral participó toda la parroquia de San Lorenzo, lo que demostraba la notoriedad pública del personaje.


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